Notre-Dame: referente de la literatura universal
Ciudad de México. La novela que se ha convertido en un referente de la Catedral de Notre Dame es Nuestra Señora de París, de Víctor Hugo, pero son muchos los narradores y poetas que han dedicado líneas al emblemático edificio.
Las catedrales, en general, han sido parte del imaginario de autores de distintos tiempos: su construcción, la política, los juegos de poder pueden leerse en libros como La catedral del Mar, de Ildefonso Falcones, o Los pilares de la tierra, de Ken Follet, que se refieren a recintos en España e Inglaterra, respectivamente. Dan Brown también es otro escritor que utiliza las iglesias en sus libros como lo hizo en el Código DaVinci, ambientada en Francia y sitúa una parte de la acción en la iglesia de Saint Sulpice, una de las más grandes de la capital francesa después de Notre Dame.
La novela más mencionada tras el incendio de la catedral ocurrido el lunes es la que escribió Víctor Hugo: Nuestra Señora de París, cuyo título se ha confundido con El jorobado de Notre Dame, que es el nombre de la película de Disney.
Víctor Hugo escribió Notre Dame de París en 1831 como una forma de proteger no sólo a la catedral, sino también a las construcciones góticas de la destrucción. Más allá de esta novela, otros autores han mostrado su admiración por el edificio y un libro que reúne esos escritos es
Florilège de Notre Dame (Florilegio de Nuestra Señora), de Pascal Tonazzi, publicado en 2007, por Arléa Editions, que no se consigue en español.
La Real Academia Española define así Florilegio: Del lat. flos, flōris ‘flor’ y legĕre ‘escoger’. 1m. Colección de trozos selectos de materias literarias. En la contraportada del libro se lee
“En su hermoso Florilegio de Nuestra Señora, Pascal Tonazzi dio la palabra a más de ciento cincuenta escritores, poetas, historiadores, desde la Edad Media hasta nuestros días, quienes, en prosa o verso, a través de novelas, recuerdos, periódicos, poemas o canciones, declaran su amor y fervor por la catedral parisina.
“Villon, Rabelais, Saint-Simon, Montesquieu, Hugo, Dumas, Balzac, Zola, Verlaine, Proust, Claudel, Malraux, Prévert, Aragon, de Gaulle … y muchos otros, a menudo inesperados, creyentes o no, todo parecen tocados por una gracia especial cuando evocan la catedral, nos cuentan su evolución y su lugar en la historia de los hombres.
“Como afirmó Peguy, ‘con su vestimenta real y con su majestad’, Notre Dame de París permanecerá para todos aquellos que sueñan en las orillas del Sena, ‘una obra maestra cuyo único pensamiento nos conmueve y nos transporta’”.
Ahí mismo se citan las palabras del arquitecto y arqueólogo francés Eugène Viollet-le-Duc, encargado de la restauración de 1845: “Si los pilares de Notre Dame tuvieran voz, contarían toda la historia de Francia”.
Existe una página en Facebook que lleva el nombre del libro y en el que se leen algunas partes de la antología, como las palabras del Premio Nobel de Literatura, Romain Rollant en su novela Jean-Christophe: “Una tarde agradable, cuando el cielo suave como una alfombra oriental, con tonos cálidos un poco pasados, se extendía sobre la ciudad oscura, Christophe siguió los muelles, de Notre-Dame a los Invalides. En la noche que caía, las torres de la catedral se levantaron como los brazos de Moisés durante la batalla. La lanza de oro cincelada de la Sainte-Chapelle, la santa espina floreciente, surgió de la espesura de las casas”.
Mahatma Gandhi, en el capítulo Les grandes âmes (Las grandes almas): “Las viejas iglesias de París todavía están en mi memoria. No podemos olvidar su magnificencia y su paz. La maravillosa arquitectura de Notre Dame, sus bellas esculturas y su interior cuidadosamente decorado no pueden olvidarse. Sentí que los hombres que habían gastado millones en catedrales tan divinas no podían no tener el amor de Dios en sus corazones”.
También las palabras del músico Louis Vierne, quien fuera titular de los grandes órganos del recinto: “Me pareció ser la voz sobrenatural de la catedral mientras se casaba con la piedra. Me ha dado así, durante treinta y siete años, la impresión casi milagrosa de que lejos de tocar un instrumento en la catedral me incorporaba a ella; he conocido allí el más completo y el el más apasionante sentimiento de dominación, de posesión total, a qué puede aspirar un artista”.
Otros libros con Notre Dame como personaje son A la sombra del ángel de Kathryn Blair, acerca de la escritora y promotora cultural Antonieta Rivas Mercado, quien se disparó en la catedral con la pistola de José Vasconcelos.
Un título, que no es novela, es En la cuerda floja, del equilibrista Philippe Petit, su biografía novelada en la que cuenta como una de sus hazañas el cruce de las torres de la catedral de Notre Dame, y por supuesto los libros sobre arquitectura medieval.
Fuente: https://www.jornada.com.mx
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