En palabras de Le Corbusier
Hoy se cumplen 52 años del fallecimiento de Charles Edouard Jeanneret-Gris (6 de octubre 1887- 27 de agosto 1965). Esta es una selección de ideas; frases, sentencias, aforismos y conjeturas tomadas de Principios de urbanismo, Precisiones y La ciudad del futuro, publicaciones que reúnen los textos, ensayos y conferencias de Le Corbusier.
He experimentado en una vida desprovista de quietud, en una vida llena de incesantes inquietudes, la profunda alegría del cómo y del por qué.
No he tenido nunca más que un maestro: el pasado; una sola formación: el estudio del pasado. He sacado del pasado la lección de historia, la razón de ser de las cosas. Todo acontecimiento y todo objeto están “en relación a”. La historia se halla inscrita en los trazados y en las arquitecturas de las ciudades. Mis ideas revolucionarias están en la historia, en toda época y en todos sus países.
La arquitectura es un acto de voluntad consciente. Hacer arquitectura es poner orden.
La arquitectura es el resultado del estado de espíritu de una época. La arquitectura es un hecho indiscutible que surge en un cierto instante de la creación en que el espíritu, preocupado por asegurar la solidez de la obra, de calmar los deseos de confort, se encuentra elevado por una intención todavía más elevada que aquella que es simplemente servir y tiende a manifestar los poderes líricos que nos animan y dan gozo.
La arquitectura es el juego sabio, correcto, magnífico de los volúmenes reunidos bajo la luz.
La arquitectura está más allá de los hechos utilitarios. La arquitectura es un hecho plástico. Su significado y su tarea no es sólo reflejar la construcción y absorber una función, si por función se entiende la de la utilidad pura y simple, la del confort y la elegancia práctica. La arquitectura es arte en su sentido más elevado, es orden matemático, es teoría pura, armonía completa gracias a la exacta proporción de todas las relaciones: ésta es la “función” de la arquitectura.
Las advertencias de la arquitectura (principios) son la planta, el volumen, las superficies, los trazos reguladores y el plan. El plan lleva en sí la esencia misma de la sensación.
Es indispensable que los arquitectos ejerzan una influencia sobre la opinión pública y den a conocer a ésta los medios y los recursos de la nueva arquitectura.
“Una célula a escala humana” es olvidar toda casa existente, todo código de habitación existente, todas las costumbres o la tradición. Es estudiar con sangre fría las nuevas condiciones en las cuales nuestra existencia se desarrolla. Es tener la osadía de analizar y saber sintetizar.
La arquitectura preside los destinos de la ciudad. Ordena la estructura de la vivienda, esa célula esencial del trazado urbano, cuya salubridad, alegría y armonía están sometidas a sus decisiones.
Hay que construir ciudades enteras pensando en un mínimo de confort, cuya ausencia prolongada hace oscilar el equilibrio de las sociedades. La ciudad no es más que una parte del conjunto económico, social y político que consituye la región.
La política devora las energías. La política no es una función constructiva; es una criba que solamente actúa por eliminación.
A la ciudad le corresponderá hacerse permanentemente, lo que depende de otras cosas que del cálculo. Será la arquitectura, que es todo lo que está más allá del cálculo.
El urbanismo es un fenómeno sintético de composición sobre el suelo y por encima del suelo.
Organizar es hacer geometría; hacer geometría en la naturaleza o en el magma surgido “naturalmente” de las agrupaciones de hombres en aglomeraciones urbanas, equivale a hacer cirugía.
El arte, producto de la ecuación “razón-pasión”, es, para mí, el lugar de la felicidad humana.
El mobiliario es el medio por el cual damos a conocer nuestro rango social.
Lo maravilloso está en la exactitud. Lo duradero está en la perfección. La vida está hecha con un cálculo exacto. El sueño sólo se apoya sobre realidades esenciales. La poesía sólo procede mediante hechos exactos. La poesía es un acto humano: las relaciones concertadas entre imágenes perceptibles. El lirismo sólo tiene alas sobre la verdad. Sólo lo genuino nos conmueve. La arquitectura se propone emoción.
La cosa más importante del mundo son los espacios vacíos.
No se revoluciona revolucionando: se revoluciona solucionando.
por Arquine | @arquine, <http://www.arquine.com/en-palabras-de-le-corbusier/>, 27 Agosto, 2017
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